Etica para Amador de Fernando Savater
- jcmurillo1965
- Jul 13, 2020
- 16 min read
Updated: Aug 21, 2020

...Soy de la opinión, que no sé si compartirás, de que cuando se trata a alguien como si fuese idiota es muy probable que si no lo es llegue pronto a serlo...
...Pues bueno, todo lo que voy a decirte en las páginas siguientes no son más que repeticiones de ese único consejo una y otra vez: ten confianza. No en mí, claro, ni en ningún sabio aunque sea de los de verdad , ni en alcaldes, curas ni policías. No en dioses ni diablos, ni en máquinas, ni en banderas. Ten confianza en ti mismo. En la inteligencia que te permitirá ser mejor de lo que ya eres y en el instinto de tu amor, que te abrirá a merecer la buena compañía...
...Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir...
...Entre todos los saberes posibles existe al menos uno imprescindible: el de que ciertas cosas nos convienen y otras no...
...Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir...
...Lo de saber vivir no resulta tan fácil porque hay diversos criterios opuestos respecto a que debemos hacer. En lo único que a primera vista todos estamos de acuerdo es en que no estamos de acuerdo con todos...
...Pero fíjate que también estas opiniones distintas coinciden en otro punto: a saber, que lo que vaya a ser nuestra vida es, al menos en parte, resultado de lo que quiera cada cual...
...Y así llegamos a la palabra fundamental de todo este embrollo: libertad. Los animales (y no digamos ya los minerales o las plantas) no tienen más remedio que ser tal como son y hacer lo que están programados naturalmente para hacer. Con los hombres nunca puede uno estar seguro del todo. Por mucha programación biológica o cultural que tengamos, los hombres siempre podemos optar finalmente por algo que no esté en el programa. Podemos decir “si” o “no”, quiero o no quiero. Por muy abrumados que nos veamos por las circunstancias, nunca tenemos un solo camino a seguir sino varios...
...Cierto que no podemos hacer cualquier cosa que queramos, pero también cierto que no estamos obligados a querer hacer una sola cosa...
...No somos libres de elegir lo que nos pasa sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo...
..Ser libres para intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo indefectiblemente. No es lo mismo la libertad (que consiste en elegir dentro de lo posible) que la omnipotencia (que sería conseguir siempre lo que uno quiere, aunque pareciese imposible). Por ello, cuanta más capacidad de acción tengamos, mejores resultados podremos obtener de nuestra libertad...
...En resumen: a diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los hombres podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Podemos optar por lo que nos parece bueno, es decir, conveniente para nosotros, frente a lo que nos parece malo o inconveniente. Y como podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos, que es algo que a los castores, las abejas y las termitas no suele pasarles. De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de vivir si prefieres, es a lo que llaman ética...
...Motivo: en una palabra, la mejor respuesta que se te ocurre a la pregunta. Por qué hago eso?
Tipos de motivación: ordenes, costumbres y caprichos...
...Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de que estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar como podrás comprender. Y para no dejarte llevar no tienes más remedio que intentar pensar al menos dos veces lo que vas a hacer: la primera vez que piensas el motivo de tu acción la respuesta a la pregunta Por qué hago esto? Es del tipo: lo hago porque me lo mandan, porque es costumbre hacerlo o porque me da la gana. La segunda vez la cosa ya varía, identificado el motivo cuestiono su validez como orden, costumbre o capricho. En resumidas cuentas: puede haber órdenes, costumbres y caprichos que sean motivos adecuados para obrar, pero en otros casos no tiene porque ser así...
...Pero nunca una acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o un capricho. Para saber si algo me resulta de veras conveniente o no tendré que examinar lo que hago más a fondo, razonando por mi mismo...
...La palabra “moral” etimológicamente tiene que ver con las costumbres, pues eso precisamente es lo que significa la voz latina mores, y también con las ordenes, pues la mayoría de los preceptos morales suenan así como “debes hacer tal cosa” o “ni se te ocurra hacer tal otra”. Sin embargo hay costumbres y ordenes que pueden ser malas, o sea inmorales, por muy ordenadas y acostumbradas que se nos presenten...
...Si queremos profundizar en la moral de verdad, si queremos aprender en serio cómo emplear bien la libertad que tenemos (y en este aprendizaje consiste precisamente la moral o ética de la que estamos hablando aquí), más vale dejarse de ordenes, costumbres y caprichos...
...Lo primero que hay que dejar claro es que la ética de un hombre libre nada tiene que ver con los castigos ni los premios repartidos por la autoridad que sea, autoridad humana o divina, para el caso es igual...
...Moral es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; Ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes...
...Y sabes por qué no resulta sencillo decir cuando un ser humano es “bueno” y cuando no lo es? Porque no sabemos para que sirven los seres humanos. Un futbolista sirva para jugar al fútbol de tal modo que ayude a ganar a su equipo y meta goles al contrario...
...A los humanos se nos reclama a veces resignación y a veces rebeldía, a veces iniciativa y a veces obediencia, a veces generosidad y otras precisión del futuro...
...Se puede ser buen hombre (y buena mujer, claro) de muchas maneras y las opiniones que juzgan los comportamientos suelen variar según las circunstancias...
...Qué pretendo decirte con “haz lo que quieras” como lema fundamental de la ética: que hay que dejarse de órdenes y costumbres, de premios y castigos; en una palabra, de cuanto quiere dirigirte desde afuera, y que tienes que plantearte todo este asunto desde ti mismo. No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo...
...La aparente contradicción que encierra ese “haz lo que quieras” no es sino un reflejo del problema esencial de la libertad misma: a saber, que no somos libres de no ser libres, que no tenemos más remedio que serlo...
...Por eso un filósofo francés de nuestro siglo, Jean-Paul Sartre, dijo que “estamos condenados a la libertad”...
...A veces los hombres queremos cosas contradictorias que entran en conflicto unas con otras. Es importante ser capaz de establecer prioridades y de imponer una cierta jerarquía entre lo que de pronto me apetece y lo que en el fondo, a la larga, quiero. Y si no, que se lo pregunten a Esaú...
...Lo que quería aconsejarte cuando te dije “haz lo que quieras” lo que en el fondo pretendía recomendarte es que te atrevieras a darte la buena vida. Y no hagas caso a los tristes ni a los beatos, con perdón: la ética no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor. Si merece la pena interesarse por la ética es porque nos gusta la buena vida...
...La buena vida humana es buena vida “entre seres humanos” o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana...
...El melocotón nace melocotón, el leopardo viene ya al mundo como leopardo, pero el hombre no nace ya hombre del todo ni nunca llega a serlo si los demás no le ayudan. Por qué? Porque el hombre no es solamente una realidad biológica, natural (como los melocotones o los leopardos), sino también una realidad cultural. No hay humanidad sin aprendizaje cultural y para empezar sin la base de toda cultura (y fundamento por tanto de nuestra humanidad): “el lenguaje”. Por eso hablar a alguien y escucharle es tratarle como a una persona, por lo menos empezar a darle un trato humano...
...Lo más importante de todo esto me parece lo siguiente: que la humanización (es decir, lo que nos convierte en humanos, en lo que queremos ser) es un proceso recíproco. Para que los demás puedan hacerme humano, tengo yo que hacerles humanos a ellos...
...Conclusión: está bastante claro lo que queremos (darnos la buena vida) pero no lo está tanto en qué consiste eso de “la buena vida”...
...La vida, en cambio, es siempre complejidad y casi siempre complicaciones. Si rehúyes toda complicación y buscas la gran simpleza (vengan las lentejas) no creas que quieres vivir más y mejor sino morirte de una vez. Y hemos dicho que lo que realmente deseamos es la buena vida, no la pronta muerte...
...La verdad es que las cosas que tenemos nos tienen ellas también a nosotros en contrapartida: lo que poseemos nos posee...
...La mayor complejidad de la vida es precisamente ésa, que las personas no son cosas.
Desengáñate: de una cosa (aunque sea la mejor cosa del mundo) sólo pueden sacarse cosas.
Cuando tratamos a los demás como cosas, lo que recibimos de ellos son también cosas.
Lo del trato es importante, porque ya hemos dicho que los humanos nos humanizamos unos a otros. Al tratar a las personas como a personas y no como a cosas (es decir, al tomar en cuenta lo que quieren o lo que necesitan y no solo lo que pueda sacar de ellas) estoy haciendo posible que me devuelvan lo que sólo una persona puede darle a otra (amistad, respeto, amor).
A las cosas hay que manejarlas como a cosas y a las personas hay que tratarlas como a personas: de este modo las cosas nos ayudarán en muchos aspectos y las personas en uno fundamental, que ninguna cosa puede suplir, el de ser humanos...
...Yo creo que la primera e indispensable condición ética es la de estar decidido a no vivir de cualquier modo: estar convencido de que no todo da igual aunque antes o después vayamos a morirnos.
Pero quizás el verdadero intríngulis no está en someterse a un código o en llevar la contraria a lo establecido (que es también someterse a un código, pero al revés) sino en intentar “comprender”. Comprender por qué ciertos comportamientos nos convienen y otros no, comprender de qué va la vida y qué es lo que puede hacerla “buena” para nosotros los humanos...
...Sabes cuál es la única obligación que tenemos en la vida? Pues no ser imbéciles...
...Hay imbéciles de varios modelos: el que cree que no quiere nada, el que cree que lo quiere todo, el que no sabe lo que quiere, el que sabe lo que quiere pero no se anima y el que quiere con fuerza pero se equivoca en su elección sobre lo que le hace daño...
...Siento decirte que los imbéciles suelen acabar bastante mal, suelen fastidiarse a sí mismos y nunca logran vivir la buena vida. Y todavía siento más tener que informarte que síntomas de imbecilidad solemos tener casi todos. Conclusión: alerta, en guardia la imbecilidad acecha y no perdona...
...Lo contrario de ser moralmente imbécil es tener conciencia...
...Bueno, admito que para lograr tener conciencia hacen falta algunas cualidades innatas, como para apreciar la música o disfrutar con el arte. Y supongo que también serán favorables ciertos requisitos sociales y económicos, pues a quien se ha visto desde la cuna privado de lo humanamente más necesario es difícil exigirle la misma facilidad para comprender lo de la buena vida. Si nadie te trata como humano, no es raro que vayas a lo bestia...
...En qué consiste esa conciencia que nos curará de la imbecilidad moral? En los siguientes rasgos: a) saber que no todo da igual porque queremos realmente vivir y además vivir bien, humanamente bien; b) estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos corresponde a lo que de veras queremos o no; c) a base de práctica, ir desarrollando el buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugne espontáneamente hacer; d) renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y por tanto razonablemente responsables de las consecuencias de nuestros actos...
...Por lo general la palabra egoísmo suele tener mala prensa, quién puede ser egoísta sin ser imbécil? La respuesta me parece obvia: el que quiere lo mejor para sí mismo. Y qué es lo mejor? El cariño sincero de los otros o su amistad sin cálculo...
...Qué de dónde vienen los remordimientos? Para mí está muy claro: de nuestra libertad. Si no fuésemos libres, no podríamos sentirnos culpables (ni orgullosos claro) de nada y evitaríamos los remordimientos...
...Lo serio de la libertad es que cada acto libre que hago limita mis posibilidades al elegir y realizar una de ellas. Y no vale la trampa de esperar a ver si el resultado es bueno o malo antes de asumir si soy o no responsable...
...Y ser responsable es saberse auténticamente libre, para bien y para mal: apechugar con las consecuencias de lo que hemos hecho, enmendar lo malo que pueda enmendarse y aprovechar al máximo lo bueno...
...Todos lo que quieran dimitir de su responsabilidad creen en lo irresistible, aquello que avasalla sin remedio, sea propaganda, drogas, apetito, soborno, amenaza, forma de ser... lo que salte...
...A nadie se le regala la buena vida humana ni nadie consigue lo conveniente para él sin coraje y sin esfuerzo: por eso virtud deriva etimológicamente de vir, la fuerza viril del guerrero que se impone en el combate contra la mayoría...
...Responsabilidad es saber que cada uno de mis actos me va construyendo, me va definiendo, me va inventando...
...Lo que hace “humana” a la vida es el transcurrir en compañía de humanos, hablando con ellos, pactando y mintiendo, siendo respetado o traicionado, amando, haciendo proyectos y recordando el pasado, desafiándose, organizándose juntos las cosas comunes... lo que a la ética le interesa, lo que constituye su especialidad, es como vivir bien la vida humana, la vida que transcurre entre humanos.
Aunque tuvieran posiciones muy distintas desde las que discutir, podían llegar a discutir y comprender de que estaban discutiendo. Ya es bastante más de lo que se suele hacer con un tiburón o una avalancha de rocas no?...
...Marco Aurelio, emperador de Roma y además filósofo decía “Al levantarte hoy, piensa que a lo largo del día te encontrarás con algún mentiroso, con algún ladrón, con algún adúltero, con algún asesino. Y recuerda que has de tratarles como a hombres, porque son tan humanos como tú y por tanto te resultan tan imprescindibles como la mandíbula inferior lo es para la superior”...
...Y es que esa misma semejanza en la inteligencia, en la capacidad de cálculo y proyecto, en las pasiones y los miedos, eso mismo que hace tan peligrosos a los hombres para mí cuando quieren serlo, los hace también supremamente útiles. Cuando un ser humano me viene bien, nada puede venirme mejor. A ver, qué conoces tú que sea mejor que ser amado?...
...Primera: que quien roba, miente, traiciona, viola, mata o abusa de cualquier modo de uno no por ello deja de ser humano. Y quien ha llegado a ser algo detestable, como sigue siendo humano aún puede volver a transformarse de nuevo en lo más conveniente para nosotros, lo más imprescindible...
...Segunda: Una de las características principales de todos los humanos es nuestra capacidad de imitación. Por eso somos tan educables y vamos aprendiendo sin cesar los logros que conquistaron otras personas en tiempos pasados o latitudes remotas. En todo lo que llamamos civilización, cultura, etc hay un poco de invención y muchísimo de imitación. Por eso es tan importante el ejemplo que damos a nuestros congéneres sociales: es casi seguro que en la mayoría de los casos nos tratarán tal como se vean tratados. No es más lógico sembrar lo que intentas cosechar en lugar de lo opuesto, aún a sabiendas de que la cizaña puede estropear tu cosecha?...
...La mayor ventaja que podemos obtener de nuestros semejantes no es la posesión de más cosas (o el dominio sobre más personas tratadas como cosas, como instrumentos) sino la complicidad y afecto de más seres libres. Es decir, la ampliación y refuerzo de mi humanidad...
...El problema del canalla es que no sabe que la libertad no sirve ni gusta de ser servida sino que busca contagiarse...
...En qué consiste tratar a las personas como a personas, es decir, humanamente? Respuesta: consiste en que intentes ponerte en su lugar. Reconocer a alguien como semejante implica sobre todo la posibilidad de comprenderle desde dentro, de adoptar por un momento su propio punto de vista.
En una palabra, ponerte en el lugar del otro es tomarle en serio, considerarle tan plenamente real como a ti mismo...
...No te estoy diciendo que haya nada malo en que tengas tus propios intereses, ni tampoco que debas renunciar a ellos siempre para dar prioridad a los de tu vecino. Los tuyos, desde luego, son tan respetables como los suyos y lo demás son cuentos...
...Todos los intereses que puedas tener son relativos (según otros intereses, según las circunstancias)
Gran parte del difícil arte de ponerse en el lugar del prójimo tiene que ver con eso que desde hace muy antiguo se llama justicia...
...Toda ley escrita no es más que una abreviatura, una simplificación (a menudo imperfecta) de lo que tu semejante puede esperar concretamente de ti, no del Estado o de sus jueces. La vida es demasiado compleja y sutil, las personas somos demasiado distintas, las situaciones son demasiado variadas, a menudo demasiado íntimas, como para que todo quepa en los libros de jurisprudencia. Lo mismo que nadie puede ser libre en tu lugar, también es cierto que nadie puede ser justo por ti si tu no te das cuenta de que debes serlo para vivir bien. Para entender del todo lo que el otro puede esperar de ti no hay más remedio que amarle un poco, aunque no sea más que amarle sólo porque también es humano... y ese pequeño pero importantísimo amor ninguna ley instituida puede imponerlo...
...Cuando la gente habla de “moral” y sobre todo de “inmoralidad”, el 80 por ciento de las veces (y seguro que me quedo corto) el sermón trata de algo referente al sexo. Tanto que algunos creen que la moral se dedica ante todo a juzgar lo que la gente hace con sus genitales. En el sexo, de por si, no hay nada más “inmoral” que en la comida o en los paseos por el campo; claro que alguien puede comportarse inmoralmente en el sexo (utilizándolo para hacer daño a otra persona, por ejemplo). Pero, por lo demás, te digo rotundamente que en lo que hace disfrutar a dos y no daña a ninguno no hay nada de malo. Es paradójico que sean los que ven algo de “malo” o al menos de turbio en el sexo quienes dicen que dedicarse con demasiado entusiasmo a él animaliza al hombre. La verdad es que son precisamente los animales quienes sólo emplean el sexo para procrear, lo mismo que solo utilizan la comida para alimentarse o el ejercicio físico para conservar la salud; los humanos, en cambio, hemos inventado el erotismo, la gastronomía y el atletismo...
...Lo que se agazapa en toda esa obsesión sobre la “inmoralidad” sexual no es ni más ni menos que uno de los más viejos temores sociales del hombre: el miedo al placer. Por qué asusta el placer? Supongo que será porque nos gusta demasiado. A lo largo de los siglos, las sociedades siempre han intentado evitar que sus miembros se aficionen a darle marcha al cuerpo a todas horas, olvidando el trabajo, la previsión del futuro y la defensa del grupo. La existencia humana ha sido en toda época y momento un juego peligroso. El placer a veces nos distrae más de la cuenta, cosa que puede resultarnos fatal. Por otro lado están quienes sólo disfrutan no dejando disfrutar. A los calumniadores profesionales del placer se les llama “puritanos”. El puritano cree que cuando uno vive bien tiene que pasarlo mal y que cuando uno lo pasa mal es porque está viviendo bien...
...Incluso estoy dispuesto a repetirte con la mayor convicción el consejo de un viejo maestro francés: “Hay que retener con todas nuestras uñas y dientes el uso de los placeres de la vida, que los años nos quitan de entre las manos unos después de otros” pero esto no quiere decir que tengas que buscar hoy todos los placeres sino que debes buscar todos los placeres de hoy, lo bien que tú sepas disfrutar con lo que te rodea. Usar los placeres como dice Montaigne, es no permitir que cualquiera de ellos te borre la posibilidad de todos los otros y que ninguno te esconda por completo el contexto de la vida nada simple en que cada uno tiene su ocasión. Cuál es la mayor gratificación que puede darnos algo en la vida? Lo máximo que podemos obtener sea de lo que sea es alegría. Qué es la alegría? Un si espontáneo a la vida que nos brota de dentro, a veces cuando menos lo esperamos. Un si a lo que somos, o mejor, a lo que sentimos ser. La alegría es una experiencia que abarca placer y dolor, muerte y vida; es la experiencia que definitivamente acepta el placer y el dolor, la muerte y la vida. Al arte de poner el placer al servicio de la alegría, es decir, a la virtud que sabe no ir a caer del gusto en el disgusto se le llama templanza...
...Para lo único que sirve la ética es para intentar mejorarse a uno mismo, no para reprender elocuentemente al vecino; y lo único seguro que sabe la ética es que el vecino, tú, yo y los demás estamos todos hechos artesanalmente, de uno en uno, con amorosa diferencia. Lo más probable es que los políticos se nos parezcan mucho a quienes los elegimos, quizá incluso demasiado; si fuesen muy distintos a nosotros, mucho peores o exageradamente mejores que el resto, seguro que no les elegiríamos para representarnos. De dónde viene su notoria mala fama? Para empezar, ocupan lugares especialmente visibles en la sociedad y también privilegiados. Sus defectos son más públicos que los del resto, además tienen más ocasiones de incurrir en pequeños o grandes abusos. Por otro lado las sociedades igualitarias, es decir democráticas, son muy poco caritativas con quienes escapan a la media por encima o por abajo: al que sobresale, apetece apedrearle, al que se va al fondo, se le pisa sin remordimiento. Si confiásemos menos en ellos desde el principio, no tendríamos que aprender a desconfiar tanto de ellos más tarde...
...La ética y la política parecen fundamentalmente emparentadas mientras la primera es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible, la segunda tiene como objetivo organizar lo mejor posible la convivencia social, de modo que cada cual pueda elegir lo que le conviene...
...Ningún orden político es tan malo que en él ya nadie pueda ser ni medio bueno: por muy adversas que sean las circunstancias, la responsabilidad final de sus propios actos la tiene cada uno y lo demás son coartadas...
...Como todo el proyecto ético parte de la libertad, sin la cual no hay buena vida que valga, el sistema político deseable tendrá que respetar al máximo (o limitar mínimamente, como prefieras) las facetas públicas de la libertad humana. Nuestro mayor bien, particular o común, es ser libres...
...Principio básico de la vida buena es tratar a las personas como a personas, es decir: ser capaces de ponernos en el lugar de nuestros semejantes y de relativizar nuestros intereses para armonizarlos con los suyos. Si prefieres decirlo de otro modo, se trata de aprender a considerar los intereses del otro como si fueran tuyos y los tuyos como si fuesen del otro. A esta virtud se le llama justicia y no puede haber régimen político decente que no que no pretenda, por medio de leyes e instituciones, fomentar la justicia entre los miembros de la sociedad...
...A la condición que puede exigir cada humano de ser tratado como semejante a los demás, sea cual fuera su sexo, color de piel, ideas o gustos, etc., se le llama “dignidad”...
...Una comunidad política deseable tiene que garantizar dentro de lo posible la asistencia comunitaria a los que sufren y la ayuda a los que por cualquier razón menos pueden ayudarse a sí mismos. Lo difícil es lograr que esta asistencia no se haga a costa de la libertad y la dignidad de la persona.
Quien desee la vida buena para sí mismo, de acuerdo al proyecto ético, tiene también que desear que la comunidad política de los hombres se base en la “libertad”, la “justicia” y la “asistencia”...
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