Contagio de David Quammen
- jcmurillo1965
- Jul 21, 2020
- 6 min read

...Los depredadores son animales relativamente grandes que devoran a sus presas desde el exterior. Los patógenos (agentes causantes de enfermedades, como los virus) son seres más pequeños en comparación que devoran a sus presas desde el interior...
...Igual que los depredadores tienen sus presas habituales, sus objetivos preferidos, lo mismo ocurre con los patógenos. Y así como un león puede apartarse ocasionalmente de su comportamiento esperado - y matar una vaca en lugar de un ñu, o un humano en vez de una cebra-, un patógeno puede desplazarse hacia un nuevo objetivo. A veces se producen accidentes y aberraciones. Las circunstancias cambian, y con ellas varían también las exigencias y las oportunidades. Cuando un patógeno salta de un animal no humano a una persona, y logra asentarse en ella como una presencia infecciosa, en ocasiones provocando alguna enfermedad o la muerte, el resultado es una Zoonosis...
...Todas las gripes humanas son zoonosis...
...Esta forma de salto de una especie a otra es usual, no es infrecuente: de todas las enfermedades infecciosas humanas conocidas en la actualidad en torno al 60 por ciento pasan habitualmente de otros animales a los humanos y viceversa, o lo han hecho en el pasado reciente...
...Los patógenos zoonóticos si pueden esconderse. Eso es lo que los hace tan interesantes, tan complicados y tan problemáticos...
...La mejor estrategia para pasar desapercibido consiste en acechar en el interior de lo que se conoce como huésped reservorio. Un huésped reservorio (algunos científicos prefieren hablar de “huésped natural”), es un organismo vivo que porta el patógeno y lo alberga de forma crónica, sin que este le provoque apenas dolencias...
...Las partículas víricas son tan minúsculas que no pueden verse más que mediante microscopía electrónica, un proceso que las destruye, por lo que en aislamiento su presencia ha de detectarse de manera indirecta...
...El huésped amplificador se convierte en un eslabón intermedio entre un huésped reservorio y algún otro desgraciado animal, otra especie de víctima (una víctima que requiere dosis más elevadas o un contacto más estrecho antes de que la infección de asiente en ella)...
...Buscar los antivirus es algo distinto de aislar el virus, igual que una huella es algo distinto de un zapato. Los anticuerpos son moléculas que el sistema inmune de un huésped produce en respuesta a la presencia de un intruso biológico. Tienen una forma específica para fusionarse con ese virus, bacteria u otro germen en particular e inutilizarlo...
...No nos equivoquemos: estos brotes de enfermedad que se suceden uno tras otro están relacionados entre sí. Y no solo nos ocurren; constituyen las consecuencias imprevistas de todo aquello que hacemos. Reflejan la convergencia de dos formas de crisis en nuestro planeta: la primera es ecológica, la segunda médica...
...Factores desencadenantes: 1-Las actividades de la humanidad están provocando la desintegración de los ecosistemas naturales a una velocidad cataclísmica. Las selvas tropicales no son los únicos ecosistemas en peligro, pero sí son los más ricos y los de estructura más intrincada. En ellos viven millones de tipos de criaturas, la mayoría de las cuáles son desconocidas para la ciencia. 2-Entre esos millones de criaturas desconocidas hay virus, bacterias, hongos, protisas y otros organismos, muchos de los cuales son parasitarios. Los expertos en virología hablan ahora de la “virosfera”, un vastísimo mundo de organismos cuya magnitud probablemente excede con creces la cualquier otro grupo. Los virus solo pueden reproducirse en el interior de la células vivas de algún otro organismo. 3-Sin embargo, ahora la disrupción de los ecosistemas naturales parece que está liberando a esos microbios más allá de sus confines. Cuando se abaten los árboles y se masacra la fauna autóctona, los gérmenes locales se dispersan como el polvo cuando se derriba un edificio. No es que nos ataquen particularmente a nosotros, sino que somos ostensible y abundantemente accesibles. En los 25 a 27 últimos años nos hemos duplicado en número...
...Todos estos factores han dado lugar no solo a nuevas infecciones y pequeños brotes súbitos, sino a nuevas epidemias y pandemias...
...Cuando el contagio de enfermedades se da en el sentido inverso -de seres humanos a animales- se conoce como antroponosis...
... Si ha conseguido seguir todo el proceso (de la malaria) con una lectura rápida, tiene usted futuro en el campo de la biología...
...Cualquiera que defienda el diseño inteligente en lugar de la evolución debería pararse a pensar en por qué Dios habría dedicado tal parte de SU inteligencia a diseñar los parásitos de la malaria.
Desde luego, todo tiene un origen; y, dado que los seres humanos somos un primate relativamente nuevo, ha resultado lógico suponer que nuestras enfermedades infecciosas más antiguas han llegado a nosotros (transformadas, al menos ligeramente, por la evolución) procedentes de otros huéspedes animales...
...Kermack y McKendrick: “Uno de los problemas más importantes en epidemiología es determinar si tal finalización solo ocurre cuando no quedan individuos susceptibles o si la interacción de los diversos factores de infectividad, recuperación y mortalidad puede dar como resultado la finalización, aún habiendo muchos individuos susceptibles presentes en la población afectada”. Estaban guiando a los lectores hacia la segunda de estas posibilidades: que una epidemia pudiera cesar porque la sofoca una sutil interacción entre infectividad, mortalidad y recuperación (con inmunidad)... Su otra contribución importante fue la de reconocer la existencia de un cuarto factor, un “umbral de densidad” de la población de individuos susceptibles de contraer la enfermedad...
...un colega chino de Aleksei que venía con nosotros me comentó que el comercio con aves y murciélagos viene acompañado de un dicho que reza así: “La gente del sur de China se come cualquier cosa que surque el cielo excepto un avión”. Él era del norte... “Aún hay en China un montón de gente que cree que comer carne fresca de animales salvajes es bueno para el sistema respiratorio, para la potencia sexual o lo que sea”, me comentó Aleksei...
... entretanto, Jian, permanecía en la parte inferior de la cueva, agitando en el aire un cazamariposas para coger más murciélagos al vuelo , maldiciéndolos en inglés cuando fallaba. En ese momento adquirí consciencia de un lúgubre problema en cuanto que seres humanos; aunque buscábamos coronavirus como el SARS en estos animales, compartiendo el aire en un espacio estrechamente reducido, ninguno llevaba mascarilla, ni aunque fuera una de cirujano, no digamos ya una N95. Le pregunté a Aleksei, que me respondió: “Bueno, es algo así como no llevar puesto el cinturón de seguridad”...
... el señor Wei, un anfitrión ejemplar, sacó algunas botellas de cerveza Liquan, la mejor cerveza de Guilin, bien frías. Unos cuantos vasos después, me imbuí del espíritu de los comensales y me encontré a mi mismo volviendo a la fuente con la carne de rata, tratando de escoger los trozos. Había comenzado a entender el punto de vista de Aleksei; si se es carnívoro, se es carnívoro ¿a qué fin establecer distinciones ? Si se va a probar la rata del bambú, pensé, mejor hacerlo aquí, en el punto de origen, antes de que carguen a los pobres roedores y los amontonen entre otros animales, para que se pongan enfermos. No hay por qué condimentar los sabores silvestres con virus...
... el SARS del 2003 fue una epidemia , no una pandemia. Ocho mil casos son pocos en números relativos, para una infección tan explosiva...
... es probable que esto explique la magnitud del sufrimiento y la mortalidad durante la gripe de 1918-1919, la elevada infectividad de los casos antes de que se presentaran las fases más visibles y debilitantes de la enfermedad. La propagación del germen fue por delante de la sensación de alarma. Y recordemos que esta tristemente conocida pandemia tuvo lugar en una época anterior a la globalización. En la actualidad, todo lo que se mueve por el planeta lo hace mucho más rápido, incluidos los virus. Si el SARS se hubiera ajustado al patrón perverso de la infectividad presintomática, la emergencia del 2003 no habría constituido un caso histórico de buena suerte y de respuesta eficaz a un brote, sino un relato mucho más oscuro. Es posible que esa historia mucho más oscura se acabe contando, probablemente no con este virus como protagonista, sino con otro distinto. Es de suponer que, cuando llegué la próxima gran pandemia, es probable que se conforme a ese mismo y perverso patrón, el de la elevada infectividad antes de los síntomas notables, que la ayudará a moverse..





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